“Los Sistema de Información Geográfica permiten mejorar la Gestión del Riesgo de Desastres”
Escrito por: Gustavo Rondón Ramírez, Docente de formación continua, INTE-PUCP.
Es ampliamente conocida la diversidad de la geografía del territorio peruano; sus condiciones climáticas lo convierten en uno de los diez países con mayor variedad de climas en el mundo; cuenta con 84 zonas de vida; es el cuarto país con mayor cobertura boscosa tropical y alberga el 71 % de los glaciares tropicales en el mundo (MINAM, 2016).
A estas características físico-ambientales le debemos sumar que la ocupación del territorio peruano tiene sus particularidades: alta concentración en los valles costeros donde está más del 60% de la población del país; dispersión en la zona de los Andes, debido a su relieve y patrones de ocupación tradicionales; y una Amazonía que se urbaniza debido al efecto de las carreteras y la migración desde los Andes.
La relación entre las características físico-ambientales del territorio peruano y la ocupación de la población resulta en una alta vulnerabilidad frente a peligros, especialmente de origen natural. Así como la diversidad climática y geomorfológicas nos permite ser una gran opción turística por la diversidad de paisajes, también origina que presentemos una variedad de peligros, casi al gusto del cliente: por nuestra ubicación en el “Cinturón de Fuego del Pacífico”, tenemos una alta sismicidad además de peligros de origen volcánico; los Andes y su topografía nos expone a fenómenos geológicos como deslizamientos, huaycos, derrumbes, etc.; los ríos amazónicos nos exponen a inundaciones; sin mencionar peligros cíclicos como los Eventos El Niño, las heladas en las zonas alto andinas o los huaycos en la vertiente occidental en periodos de lluvia.
Es en este contexto que los Sistema de Información Geográfica permiten mejorar la Gestión del Riesgo de Desastres. En primer lugar, es importante entender que estos sistemas no sólo se dedican a hacer mapas, lo cual es un producto final, sino que están diseñados para recibir data, procesarla y según lo que se busque generar información que aporte a una mejor gestión del territorio antes cualquier de los eventos mencionados en el párrafo anterior. Su capacidad de trabajar con datos tabulares (tablas de Excel por ejemplo), datos vectoriales (puntos, líneas y polígonos) y datos ráster (imágenes satelitales, fotografías aéreas, etc.) los convierten en una herramienta que cumple con todo el proceso para la gestión del territorio: una primera etapa en la que se realiza una caracterización del área de estudio (físico-ambiental y socio-económica); una segunda etapa donde se identifican los peligros y la población vulnerable; y finalmente una etapa de prospectiva, donde se proponen intervenciones en el territorio para asegurar la seguridad de las vidas e infraestructura básica en cuestión.
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