Opinión | Incendios en la Amazonia, por Norma Salinas*
Escrito por: Norma Salinas, investigadora del INTE-PUCP.
Los bosques en el mundo cubren alrededor del 30.6 % de la superficie terrestre según la FAO (2018), esta área comprende a los bosques templados, boreales y tropicales. Se considera que a pesar del gran tamaño que estos parecen representar, hay varias razones para considerar una degradación y agotamiento de este recurso forestal. Si bien el bosque en Europa está recuperándose, la mayor preocupación lo constituye la deforestación de los bosques tropicales, según la FAO (1993) en la década entre 1981 y 1990 hubo una pérdida anual promedio de bosque en la zona tropical de 15.4 millones de hectáreas anuales (0.8 %).
En una de las recientes evaluaciones Curtis y colaboradores (2018) muestran mediante un estudio de imágenes satelitales que, esta pérdida para el 2001-2015 se había incrementado al 27%. Si nos referimos a los bosques en América Tropical, muestran tasas de deforestación sustancialmente superiores al promedio mundial. Los cinco países con mayor área de bosque de la región (Brasil, Perú, Colombia, Bolivia y Venezuela) representan el 84 % del área total. Brasil, contiene el 40% de los bosques tropicales del mundo y el 15% de la biodiversidad terrestre.
Según The Economist (01 agosto 2019) desde los 70s, aproximadamente el 20% (un área más grande que el de Texas) de bosque amazónico brasileño se ha perdido debido a la tala, agricultura, minería, carreteras, represas y otras formas de desarrollo. Esta introducción histórica nos muestra la importancia de los incendios en la Amazonia, los cuales vistos desde el espacio se evidencian de forma más completa, las imágenes sensibles al calor del Satellite Aqua de la NASA, sugieren que los incendios de este año son los más grandes y numerosos, registrados desde el 2010. y grafican el humo que oscurece varias ciudades brasileñas, llegando a países vecinos. No hay duda de que el problema actual es sustancial.
El Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (INPE) ha registrado 83,000 incendios amazónicos en lo que va del año, aunque este registro incluye algunos en Perú y Bolivia. Esta cifra es considerada en más del 80% que el año anterior.
Nuestra pregunta es, ¿qué impactos traerán para la población y el clima mundial? Y aquí queremos poner énfasis en algo no evidente y mucho más amenazador, que el CO2 almacenado por mucho tiempo en los árboles de la amazonia se está liberando a la atmosfera, contribuyendo sustancialmente al efecto invernadero y reduciendo la superficie de captura de carbono. Se sabe que el bosque amazónico almacena alrededor del 20 % del carbono contenido en la vegetación terrestre.
Estudios del laboratorio de Ciencias Ecosistémicas de la PUCP, muestran que una hectárea de bosque en la Reserva Nacional de Tambopata contiene aproximadamente 127 toneladas de carbono. Pero los incendios no solamente liberan este carbono y otros gases, sino que también alteran el ciclo del agua, ya que la evapo-transpiración de la selva amazónica genera una fuente de agua esencial a escala local y global. Lo preocupante es que, con actividades y políticas que promuevan la deforestación, estamos llegando a un punto de inflexión donde no sabemos si los bosques amazónicos perduren en el tiempo. Tal vez aun podamos vislumbrar un futuro saludable para la humanidad comenzando a proteger los bosques secundarios como nuevos sumideros de carbono.
*Bióloga (UNSAAC, Cusco, Perú), con MSc. en gestión y desarrollo ambiental (FLACSO, Costa Rica) y DPhil en Geografía y Medio Ambiente Universidad de Oxford. Con varios años de experiencia en docencia universitaria tanto en el exterior como en Perú. Es investigadora de INTE-PUCP. Actualmente ha formado el laboratorio de Ciencias Ecosistémicas.
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