Revista Kawsaypacha
13 de Noviembre de 2025

Jóvenes indígenas amazónicos frente al cambio climático: una investigación participativa desde la Amazonía peruana y brasileña

Una investigación colaborativa entre SOAS University of London y el Instituto de la Naturaleza, Tierra y energía INTE-PUCP involucra a adolescentes indígenas del Perú y Brasil, a fin de comprender cómo viven las transformaciones climáticas que afectan su vida cotidiana.

El cambio climático no es solo un fenómeno ambiental, “su impacto afecta diferentes dinámicas sociales, familiares (…) y su efecto es intergeneracional”, explica Thaís de Carvalho, profesora de Desarrollo Sostenible en SOAS University of London, quien lidera un estudio comparativo entre comunidades indígenas del Perú y Brasil, en colaboración con investigadores del INTE-PUCP

El proyecto, que busca entender cómo los jóvenes amazónicos perciben y enfrentan los impactos del cambio climático, se desarrolla en una comunidad shipiba peruana, ubicada a seis horas de Pucallpa; y con el pueblo Baré, en la región del Río Negro en Brasil. A través de metodologías participativas como el teatro comunitario y la fotovoz, los adolescentes expresaron cómo las inundaciones y la sequía alteraron sus rutinas, su relación con la tierra y su vínculo con los mayores.

“Queríamos involucrar a los jóvenes como participantes activos de la investigación, coproduciendo conocimiento con nosotros”, comenta Carvalho. Las actividades también incluyeron entrevistas intergeneracionales que permitieron acercarlos a prácticas tradicionales usadas frente a desastres climáticos, logrando que revaloraran los saberes de abuelos y abuelas.

Esto fue importante porque debido a la influencia de la escuela y por la tecnología, muchos jóvenes indígenas se encuentran alejados de las costumbres de sus mayores. Tras las entrevistas pudieron reconocer la vigencia del conocimiento ancestral. 

Este diálogo generacional no solo recupera saberes, sino que también reconstituye vínculos comunitarios debilitados por la pandemia y la expansión de la cultura escolar occidental. “Por el tema de cómo es ofrecida la educación en estas comunidades, muchas veces los jóvenes se aíslan de sus costumbres y sus conocimientos tradicionales. En este proyecto trabajamos en reconocer el valor del conocimiento tradicional de los mayores y fue bonito colocar esta experiencia en el contexto del cambio climático”, agrega.

“Las políticas ambientales y sociales, deben caminar de la mano”

El estudio, de carácter comparativo, reúne antropólogos, politólogos, psicólogos y organizaciones indígenas como la Federación de Organizaciones Indígenas de Río Negro (FOIRNE) en Brasil y la Asociación Raíces Indígenas Amazónicas del Perú (ARIAP).

Los resultados del estudio evidencian cómo las crisis ambientales se entrelazan con procesos culturales y sociales. Un hallazgo importante fue la reflexión que tienen los jóvenes sobre su propia agencia frente a los cambios de su entorno. “En Perú, los jóvenes trabajaron mucho el tema de la asamblea comunal como un espacio de resistencia de la comunidad. En Brasil, aparecieron las diferentes instituciones a las que saben que pueden pedir apoyo, como el IBAMA”, explica de Carvalho. 

Además de reconocer la importancia de estas articulaciones institucionales, los jóvenes también reflejaron situaciones cotidianas en las que asumen responsabilidad con su entorno social, al cuidar de los mayores frente al calor extremo, o llevarles comida y masato cuanto trabajan en la chacra.

Más allá del diagnóstico, el proyecto busca incidir en políticas públicas adaptativas, que reconozcan que la cuestión social en la Amazonía se entrelaza con el tema de acceso y protección de la tierra.

El trabajo de investigación cobra relevancia en vísperas de la COP30, que se realizará en la Amazonía brasileña, donde los temas de justicia climática y pueblos indígenas ocuparán un lugar central. De acuerdo con UNICEF (*), más de 420 mil niños y niñas de la región amazónica de América Latina se encuentran entre los grupos más vulnerables frente a los efectos del cambio climático, debido a la degradación de los ecosistemas que sostienen su vida comunitaria, y a la mayor frecuencia de desastres como sequías e inundaciones, que aíslan a las comunidades y dificultan el acceso a agua, alimentos, medicamentos y otros suministros básicos. Este tipo de iniciativas académicas abre un camino para que sus voces sean escuchadas y sus conocimientos valorados como parte de la solución.

“Como investigadores nuestro rol es informar para que las políticas sociales de respuesta al cambio climático no repitan los mismos errores de políticas anteriores, que fueron desarrolladas para el contexto nacional más amplio y sin tomar en cuenta las especificidades de los pueblos indígenas, sobre todo en la Amazonía”, concluye de Carvalho.

Los hallazgos serán compartidos con ministerios e instituciones indígenas en Perú y Brasil, con el fin de aportar a la construcción de políticas públicas sensibles a las realidades amazónicas.

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