El pasado martes 31 de octubre fue el Día Mundial de las Ciudades, lo que nos conecta inmediatamente con el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 11: “Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”, nos comenta mediante una entrevista sus percepciones sobre la gestión de las ciudades.

Las ciudades de ingresos medianos y bajos enfrentan impactos económicos significativos, debido a fenómenos climáticos extremos, como podemos observar en nuestro país. La contaminación atmosférica, desigualdad y pobreza generan una urgencia por volver a las ciudades a la sostenibilidad. Pero tenemos obstáculos para entender ciertos aspectos que aseguran el éxito de estas propuestas.

El Día Mundial de las Ciudades, entonces, es una oportunidad para reflexionar sobre el desarrollo de ciudades eco amigables en las distintas regiones de Perú y Latinoamérica. En diálogo con Rodríguez Larraín, sale a relucir la importancia de las ciudades intermedias. Este modelo de interconexión no representa solo un beneficio económico, sino también de oportunidad de acceso a servicios básicos y educación.

Según su experiencia, Rodríguez Larraín parte del argumento de partir de lo local y comunitario. Entonces, nos encontramos con problemas como falta de infraestructura de conexión entre las ciudades más grandes con las pequeñas y medianas, lo cual genera brechas a distintas escalas.

La experta sostiene con lo anterior que es básico en las políticas públicas para las ciudades intermedias que haya planificación territorial y urbana. Esto incluye a actores de base e institucionales que puedan tomar medidas en la gestión de residuos sólidos, por ejemplo.

En el marco del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 11, cabe resaltar que el vínculo del desarrollo urbano con la desigualdad socioeconómica alejan a las ciudades peruanas de un desarrollo sostenible. Teniendo en cuenta este factor, es válido preguntarse cómo abordar la crisis climática en Perú desde el enfoque de ciudades sostenibles, y en qué medida el desarrollo urbano se relaciona con las brechas socioeconómicas.

Uno de los obstáculos es que los planes de desarrollo urbano no integran el territorio del cual se rodean, por ejemplo, que suele ser una ciudad pequeña o un espacio rural, según Rodríguez Larraín. Es así que comenta: «(…) el desarrollo urbano de las pequeñas ciudades debería estar integrado en planes de desarrollo territorial y hacer red, generar conexión”. Esto generaría un flujo entre espacios de confluencia comercial, turística, de salud, etcétera, por lo cual sería ideal que las ciudades estén acondicionadas para un estado de bienestar sostenible.

A pequeña escala el engranaje funciona articuladamente para generar un estado de bienestar en las ciudades y su sostenibilidad, como en las organizaciones locales y comunitarias, pero se necesita un trabajo conjunto: “El tema de lo circular creo que ahora es un gran aspecto justamente en las ciudades, pero todo tiene que ver con decisiones políticas y a veces es difícil llegar a un consenso. Pero bueno, creo que comunicarlo es un buen primer paso”, concluye la experta abriendo la reflexión a futuras acciones para entender mejor el funcionamiento de una ciudad intermedia sostenible.