Escrito por: Luis Mujica Docente del Departamento de Ciencias Sociales, PUCP e Investigador de INTE-PUCP.

Los días 22 y 23 de febrero, representantes de 59 universidades de 19 regiones del país se reunieron para pensar juntos cómo hacer que las universidades del Perú sean sostenibles. El seminario-taller fue convocado por la Red Ambiental Interuniversitaria (RAI) con el apoyo del Ministerio del Ambiente y la presencia de su titular Elsa Galarza, la Universidad Peruana Cayetano Heredia, la Universidad de San Martín de Porres, la Universidad Agraria la Molina y, desde nuestra Universidad, el INTE y Clima de Cambios.

El evento tuvo como propósito revisar y contribuir con elementos para la implementación de la política ambiental universitaria. Más de un centenar de profesionales vinculados al quehacer ambiental, y con la presencia de varias autoridades de dichas universidades, vieron que era necesario repensar algunos aspectos en torno a las políticas ambientales. En primer lugar, se constató que el tema ambiental, en muchas de las universidades del país, aún sigue siendo postergado en la lista de preocupaciones de la comunidad universitaria y, en algunos casos, de sus propias autoridades. Una política ambiental requiere no solo de un plan, sino de gestores y ejecutores ambientales. Esto implica repensar colectivamente que la “casa grande” y su sostenimiento requieren un presupuesto que debe estar destinado al mantenimiento de un campus verde y del entorno inmediato con el que está inevitablemente vinculado.

En segundo lugar, se ha visto que la política ambiental implica reconsiderar a la universidad como un espacio donde, por antonomasia, se debe pensar la política del Estado en materia ambiental. El universo de disciplinas como reserva intelectual y social del país debería confluir en la necesidad de proponer cambios importantes en las maneras de entender la naturaleza y las relaciones con ella en los contextos de cambios climático y de variabilidad climática, como es el caso del Perú. Para ello, repensar la transversalidad del tema ambiental no es suficiente, también se debe considerar la formación básica e incentivar la investigación, estas deberían ser preocupaciones permanentes y ser tarea de las universidades.

En tercer lugar, las universidades, en el país, han iniciado un proceso de adecuación de las políticas ambientales ajustadas a la legislación y la norma. En efecto, existen universidades que están alineadas a las nuevas exigencias de la legislación y existen experiencias de ordenamiento interno para que sean espacios saludables y cómodos para los que laboran cotidianamente y han hecho de la vida universitaria un modus vivendi. Sin embargo, el proceso es lento en muchas universidades, aunque no faltan iniciativas de prácticas de ecoeficiencia.

Finalmente, un reto en las universidades es buscar nexos y formar redes que permitan que los profesionales especializados en el tema ambiental y de otras disciplinas se encuentren para pensar juntos las exigencias que la sociedad actual demanda, sobre todo cuando se sabe que el Perú es uno de los lugares más vulnerables en materia ambiental, pues el calentamiento global ha generado muchos retos en las distintas regiones del país. Por ello, no basta con que las universidades se adecúen a las normas vigentes, sino que es necesario establecer espacios para discutir el tema ambiental en un país como el nuestro.